viernes, 29 de julio de 2011

Dicen que dicen

Dicen que el arte no viene nunca de la felicidad.

Yo también lo había pensado, basado en la experiencia propia, y en algunos de mis ídolos. Las almas desgarradas y torturadas tienen una propensión hacia la creación artística extraordinaria, y un talento inusitado. En los peores momentos de uno, se crean las mayores historias, imágenes y acordes. Cuanto más duele, más desea uno sumergirse en otra historia. Los ambientes decadentes son sin duda los más inspiradores.

Hace meses que no escribo. Y aunque no tengo pretensiones de afirmar que lo que yo hago de vez en cuando sea arte (al menos suelo intentarlo, mínimamente, y en algunos textos) quiero pensar que mi falta de inspiración es síntoma inequívoco de felicidad. Al menos, puedo decir que ocupado sí he estado.

Lamento desatender este blog, algo que ya es casi rutina, y quiero mandar un saludo a aquel que aún esté dispuesto a leerlo (si queda alguien) después de tanto tiempo.
Procuraré (aunque no prometo) dedicar más tiempo y esfuerzo a mantener esto un poco más activo, aunque sea colgando textos antiguos que ya visitaron (o no) otros rincones de Internet.

=)

1 comentario:

  1. Gracias por el saludo :) aquí seguimos, te echaba de menos aunque me alegro que tu ausencia se deba a que eres más feliz. Sigue feliz pero acuérdate de los que te leemos...

    ResponderEliminar