sábado, 31 de diciembre de 2011

You said goodbye and I said hello

Los adioses siempre van seguidos de holas, es la conclusión de hoy.
Igual que el año saliente da paso a uno nuevo, los que se marcharon dieron paso a otros.
Lloramos, gritamos, lo celebramos, echamos de menos, nos sentimos más libres, nos arrepentimos, por alguien que se fue y sin duda, dejará un vacío irreemplazable dentro de nosotros. Pero en realidad, pocos vacíos son irreemplazables. Muy pocos. (Aunque los que lo son, lo son irremediablmente)
Y mirando a tu alrededor, descubres que las personas que se fueron rápidamente fueron sustituidas por otras. A veces el sustituto no es sino una versión evolucionada del que se fue, a veces es alguien que siempre estuvo ahí, y nos muestra una nueva cara, o a veces es alguien nuevo y refrescante.
Este año se han ido personas, en muchos sentidos. Otras han vuelto. Otras nuevas han aparecido. Porque el mundo sigue girando, nos guste o no, y nosotros con él. Y aunque pensemos que las cosas son inamovibles, que nunca lo superaremos, que "sin ti no soy nada", de eso nada.
Por cada adiós viene un hola, sólo hay que saber verlo.
Así que sugiero que el propósito para el año que viene sea simplemente "Hola".




domingo, 25 de diciembre de 2011

Sueños


Al hombre le gustaba viajar. Se había tumbado sobre las algodonosas nubes blancas, había nadado en el fondo del mar, entre coloridos arrecifes, con peces de todos los colores, había visitado países extraños que nadie más conocía, había viajado al espacio y había tomado el sol en la Luna. Había explorado las más salvajes selvas, acompañado de fantásticos animales que ni la mente más creativa podía imaginar, había visto el futuro y el pasado.

            Pero todo eso lo hacía siempre  al amparo de la noche, en un áspero y frío carruaje textil, con los ojos cerrados.