domingo, 25 de diciembre de 2011

Sueños


Al hombre le gustaba viajar. Se había tumbado sobre las algodonosas nubes blancas, había nadado en el fondo del mar, entre coloridos arrecifes, con peces de todos los colores, había visitado países extraños que nadie más conocía, había viajado al espacio y había tomado el sol en la Luna. Había explorado las más salvajes selvas, acompañado de fantásticos animales que ni la mente más creativa podía imaginar, había visto el futuro y el pasado.

            Pero todo eso lo hacía siempre  al amparo de la noche, en un áspero y frío carruaje textil, con los ojos cerrados.

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